Esta semana entrevistamos a Luciano
López Gutiérrez, doctor en Filología Hispánica y profesor de Lengua y Literatura en el I.E.S Iturralde, que nos habla de su libro Portentos y
Prodigios del siglo de Oro, ‘’ una invitación a sumergirse en
esta atractiva época fijándonos en aspectos no muy conocidos’’
Periodista- .- ¿Cuántos años llevas trabajando en el I.E.S.
Iturralde? ¿Cómo empezó tu trayectoria profesional?
Luciano-.- Llevo trabajando siete cursos,
pero estuve trabajando también los dos primeros años de “vida” del instituto.
‘’Os
diré que he tenido alumnos a los que me gustaría parecerme cuando sea mayor’’
P-.- ¿Qué te motivó a escribir el libro
“Portentos y Prodigios del Siglo de Oro”? ¿Por qué el siglo de oro y no otra
época literaria?
L-.- La fascinación que me produce esta
época que es una mezcla de realidad, imaginación, magia y superstición. Es muy
delgada la frontera entre lo visible y lo invisible, la vida cotidiana y los
milagros.
P-.- ¿Es el primer libro que escribes?
¿Tienes previsto escribir algún otro libro? Si es así ¿Sobre qué te gustaría
hacerlo?
L-.-
Ya había escrito decenas de artículos, elaborado varias ediciones de
clásicos y publicado dos libros con anterioridad, pero Portentos y prodigios del
Siglo de Oro es el que tiene un carácter más ensayístico y, por lo tanto,
está al alcance de cualquier lector medianamente interesado por estos asuntos.
Tengo
terminados dos libros más: uno de ellos, que se titula En torno a las palabras de Delibes, va a salir antes de final de
año y es un homenaje a entrañables vocablos del castellano que están cayendo en
el olvido, a pesar de su precisión y expresividad como carama, baribañuela, cellisca, cencella, zurriburri, zorronglón,
besana, bálago… y el otro, por el que están interesadas un par de
editoriales, es un ensayo titulado Amor y
sexo en el Siglo de Oro.
P-.- ¿Cómo ‘’nos venderías’’ el libro
para que nos resulte atractivo leerlo?
L-.- Os diría que es una invitación a
sumergirse en esta atractiva época fijándoos en aspectos no muy conocidos:
animales extraños, embarazos prodigiosos, licántropos, muertos vivientes,
duendes, brujas, endemoniados… Además el libro no está del todo mal escrito.
P-.- ¿Dejarías de dar clase para
dedicarte solo a la escritura?
L-.- No, aunque me gustaría dar menos
clases y que los grupos no estuvieran tan masificados.
‘’Me
gustaría dar menos clases y que los grupos no estuvieran tan masificados’’‘
P-.- ¿Qué género literario es el que
más te gusta? ¿Poesía, teatro o novela?
L-.- Hombre, no tengo preferencia. Lo
que busco es que sean buenos con independencia del género al que pertenezcan.
Además de la poesía (y las canciones que son lo mismo), el teatro y el relato,
también incluiría el ensayo.
P-.-
Si tuvieras que elegir un autor y una novela ¿Cuáles serían?
L-.- Voy a sorprenderos con mi originalidad: Cervantes
y El Quijote.
’En especial me marcaron tres profesores’’
P-.-
¿Qué es lo te impulsó para inclinarte profesionalmente a la enseñanza?
¿Hubo algún profesor que te marcara para decidirte a dar clase?
L-.- En especial me marcaron tres
profesores. Sobre todo, el filósofo presocrático zamorano Agustín García Calvo,
y también Domingo Ynduráin y Fernando Lázaro Carreter.
P-.-
Cuéntanos alguna anécdota especial que hayas vivido en tus años de
trabajo como profesor.
L-.- Seguro que tengo muchas, pero
ahora no me acuerdo (¿los estragos de la edad?) Sí os diré que he tenido
algunos alumnos a los que me gustaría parecerme cuando sea mayor.
P-.-
Si te jubilases mañana, que no es lo que queremos ¿Qué echarías más en
falta del instituto?
L-.- Charlar con mis alumnos de
literatura y las conversaciones con algunos compañeros por los pasillos o en
las cafeterías.
Sin más que añadir, agradecemos a Luciano su
cordialidad y os invitamos a leer Portentos
y Prodigios del siglo de Oro.
Amaia Yáñez
Sanz
Jessica López
Medina
4ºB
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