- Mira lo que se avecina a la vuelta de la esquina:
vamos a ver las funciones. Tengo la piel de gallina,
no quiero esta disciplina, paso de las oraciones.
- Pero nos ha dicho la profe que es muy fácil darle
caña
poseídos por el ritmo de la lengua:
practicando cada día el análisis sintáctico,
el sujeto y predicado y cuatro reglas.
- ¿Analizo?
- Sí, ahora, ¡empezamos!
Aprende de una vez la fórmula sencilla, sin complicaciones:
Sujeto y predicado forman una oración. Olvídate ué, ué, de
preguntarle al verbo (que nunca responde) que quién es el sujeto de una
oración. En cambio lo será cuando haya concordancia entre verbo y
sujeto, me pongo colorao de tanta “emosión.”
No es cosa de
brujería analizar cada día
muy variadas oraciones. Es muy fácil, es sencillo,
aprende esta sinfonía y no tendrás sofocones. Para
verbos copulativos “ser” y “estar” y “parecer” has de saber reconocer
sin confusiones.
Mira el verbo, no es el núcleo: es Cópula y atributo...
Comprueba esto con estas sustituciones “Pepe es
guapo”, “Pepa es guapa ”: sí LO es...Aprende de una vez la formula sencilla, sin
complicaciones: sujeto y predicado forman una oración. Olvídate ué, ué, de
preguntarle al verbo (que nunca responde) que quién es el sujeto de una
oración. En cambio lo será cuando haya concordancia entre verbo y sujeto,
me pongo colorao de tanta “emosión”.
Vamos a progresar: veamos otros verbos, los predicativos,
que son muchos y forman predicado verbal El núcleo el verbo es, y
lleva complementos, los que tú quieras muy fáciles y simples de
reconocerlos principales son directo e indirecto, complemento
agente, también predicativo y circunstancial.
Analiza complementos
de las líneas anteriores
haciendo sustituciones.
No es difícil, mira esto:
“Periquín tiene una hermana”: LA es complemento
directo.
Sigue aplicando estas medidas para no tener errores.
No lo olvides: LE o
LES es indirecto.
Pero nunca nos iremos sin decir lo principal,
¿qué pasa con el circunstancial? Preguntamos: ¿cuándo,
cómo, por qué y dónde?
Aprende de una vez la fórmula sencilla, sin complicaciones: sujeto
y predicado forman una oración. Olvídate ué, ué, de preguntarle al verbo (que
nunca responde) que quién es el sujeto de una oración. En cambio lo será cuando
haya concordancia entre verbo y sujeto, me pongo colorao de tanta
“emosión”.
Esta originalísima letra es obra y gracia de Carmen
Rojas
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